Reglamento de vehículos al final de su vida útil
Nuevas normas para el diseño y la gestión final con el objetivo de proteger el medio ambiente, descarbonizar la producción y reducir la dependencia de las materias primas.
La UE propone un plan moderno que mira al futuro. Nuevas normas que cubren todo el ciclo, desde el diseño y la producción hasta el tratamiento al final de su vida.
Un diseño circular en los automóviles que permita su desmantelamiento fácil, con tasas mínimas de reutilización, reciclabilidad y recuperabilidad con instrucciones detalladas para la sustitución de piezas y componentes. Se propone que los vehículos vayan provistos de un pasaporte de circularidad.
El 25% del plástico utilizado para construir un vehículo nuevo debe reciclarse, debiéndose declarar los niveles de contenido reciclado.
Por otro lado, se pretende recuperar más materias primas y de mejor calidad definiendo de un a forma más estricta el reciclaje e imponiendo restricciones a los vertederos. Así mismo, se propone dejar de mezclar residuos VFU con otros tipos de residuos y establece incentivos a la venta de repuestos.
Se impone la prohibición de exportar vehículos no aptos para la circulación, más inspecciones y multas y una distinción más clara entre vehículos viejos y al final de su vida útil.
Finalmente, se amplía gradualmente el alcance de las normas a todos los camiones, autobuses y motos, no como hasta ahora que sólo alcanzaba un tercio de ellos, y únicamente se podrán exportar vehículos pesados aptos para circular.
Con estas y otras medidas más, se espera recoger 3,8 millones de VFU tratados en la UE, lo que supondría 5,4 millones de toneladas de materiales reciclados con mayor calidad o reutilizados, creando 22.000 nuevos puestos de trabajo en la UE. Así se conseguirá a su vez, precios más bajos para piezas y componentes de segunda mano lo que significa que será más barato mantener y recuperar los vehículos.