Normas, aliados de las pymes en la legislación de residuos
La normalización permite a las pymes aumentar su competitividad, acceder a nuevos mercados e incrementar su capacidad innovadora
La normalización es un sólido aliado de las pymes en la legislación europea de residuos, facilitándoles su cumplimiento.
Y lo es porque disponemos de un eficaz modelo regulatorio europeo que se basa en las normas técnicas para dar cumplimiento a sus políticas públicas, encomendando la elaboración de estándares específicos que dan respuesta eficaz a los retos de la sociedad.
Las normas técnicas recogen el consenso de los expertos sobre las buenas prácticas ambientales, proporcionando un lenguaje común y herramientas fiables a empresas y legisladores.
El sector del reciclaje cuenta con numerosas normas UNE que dan apoyo a reglamentaciones, simplificándolas y facilitando su cumplimiento, especialmente a las pymes.
Un ejemplo ilustrativo es la Norma UNE-EN 13430 que establece los requisitos para los envases y embalajes recuperables mediante reciclado de materiales. Esta norma está estrechamente relacionada con la Directiva 94/62/CE.
Por su parte, la serie de normas UNE-EN 50625 establece los requisitos para la recogida, logística y tratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) hasta que alcanzan el fin de la condición de residuo o hasta que el RAEE esté preparado para su reutilización, reciclado, valorización o eliminación. Estas normas abarcan los RAEE indicados en la Directiva 2012/19/UE.
Otro claro ejemplo es la UNE-EN 643 que juega un papel relevante en la determinación del fin de la condición de residuo para residuos de papel y cartón, citándose en la Orden TED/426/2020 con arreglo a la Ley 22/2011.
Mientras, la Norma UNE-EN 45555 fue solicitada por la CE para dar soporte a la Directiva de ecodiseño 2009/125/CE.
En la elaboración de normas técnicas participan expertos de todas las partes, en un proceso marcado por la colaboración, consenso y transparencia. Las pymes son las que mayor beneficio obtienen, ya que les permite un acceso directo al conocimiento y tecnología de vanguardia que supone las normas y un contacto directo con primeros expertos de universidades, centros de investigación, AA. PP., empresas, etc).
Es fundamental que las pymes participen en la normalización, ya que les permite aumentar su competitividad, acceder a nuevos mercados e incrementar su capacidad innovadora; haciendo posible que su voz sea tenida en cuenta en la elaboración de estándares claves para su competitividad, muchos de ellos de alcance mundial.
Por ello, la Asociación Española de Normalización, UNE, facilita la participación de las pymes en la estandarización. De hecho, el 85% de las entidades que participan en la normalización representan a pymes directa o indirectamente, a través de asociaciones o federaciones profesionales. Además, el 75% de la actividad de los CTN está coordinada por asociaciones o federaciones de pymes.
En este sentido, es muy relevante el papel que juegan las federaciones y asociaciones empresariales, como la FER, que velan por los intereses de las pymes, también en la normalización.
La FER es miembro de UNE, participa en sus órganos de gobierno y lidera la elaboración de normas clave para la competitividad y los intereses de sus asociados. Por ejemplo, desempeña la secretaría del CTN 301 sobre combustibles sólidos recuperados y participa en los CTN sobre economía circular, gestión de residuos, plásticos, biocombustibles sólidos o neumáticos. Además, participa en la Comisión Consultiva de Economía Circular de UNE.
En definitiva, la normalización es un modelo de colaboración público-privada y una plataforma multisectorial de éxito.
Javier García. Director General. Asociación Española de Normalización, UNE
