La escasez de las materias primas: ¿una oportunidad para el reciclado de plásticos?
Por Eva Verdejo responsable de la Línea de Negocio de Reciclado y Medio Ambiente de AIMPLAS
La situación actual del sector industrial está dominada por la escasez y el encarecimiento de las diferentes materias primas. Esta tendencia conlleva problemas como paradas de producción o una incapacidad de hacer frente a los pedidos por parte de las empresas, no pudiendo en muchos casos garantizar el suministro. En este panorama se encuentra la industria del plástico y sus principales materias primas: polímeros y aditivos. El sector de transformación de plásticos está viviendo en los últimos meses unos incrementos de precios y un desabastecimiento sin precedentes.
Este sector, mayoritariamente formado por pymes, abastece de forma clara a las diferentes industrias clave, como alimentaria, farmacéutica, construcción o de automoción, entre otras. Esta situación es global, existiendo dificultades en la importación de materias primas de los diferentems países de origen. Sn embargo, la realidad de la industria plástica nacional y europea muestra un desequilibrio mayor entre la producción local y la importación de materias primas procedentes de terceros países.
Ante esta realidad se sitúa la necesidad y la presión legislativa hacia una industria más circular, siendo el reciclado uno de los grandes pilares. El planteamiento es ¿puede el plástico reciclado solucionar este problema de materias primas?
Los materiales plásticos reciclados suponen por un lado una mejora ambiental considerable, principalmente asociada a la reducción de la huella de carbono de los materiales. Por otro lado, tienen un concepto más local, reduciendo la dependencia de importación de materias primas. Sin embargo, en la actualidad no es suficiente, bien por cantidad o por las propias limitaciones legales y de requerimientos específicos de los productos relacionados, así como de la propia cantidad y calidad de los residuos de partida.
Es necesario, seguir reforzando la industria del reciclado a lo largo de toda su cadena de valor, trabajando tanto desde el residuo hasta el material final. En el caso de los procesos de reciclado es fundamental el avance de procesos de reciclado mecánico, físico y químico. Dentro de estos nuevos procesos, cabe destacar tanto los procesos de despolimerización química (como la solvólisis), como los procesos térmicos (como la pirólisis) para la producción de plásticos reciclados.
Es importante controlar y vigilar que se produzca una complementariedad entre los procesos de reciclado y no una sustitución. Solamente así se podrá conseguir el objetivo de cero residuos en vertedero y una optimización de materias recicladas en el mercado. Adicionalmente, se debe asegurar mantener la jerarquía de residuos, desviando los procesos térmicos hacia reciclado químico frente a una valorización energética. Empleando ésta última como el último recurso por encima de la eliminación de residuos.
Este planteamiento supondrá la creación de una gama de materiales plásticos reciclados que satisfarán la demanda de los diferentes sectores de transformación. Sin embargo, el precio de los materiales plásticos reciclados diferirá cada vez menos de sus homólogas vírgenes.
Para conseguir esta optimización de procesos de reciclado, lógicamente se debe trabajar en toda la cadena de valor, empezando con los propios diseños de productos. Se hace cada vez más necesario la ecomodulación para ligar e internalizar los verdaderos costes de gestión de residuos.
Gracias a todas estas medidas y a la investigación de nuevos procesos y tecnologías, los plásticos reciclados serán capaces de superar los obstáculos técnicos, las normas de seguridad y los requerimientos legales, facilitando su entrada real en el mercado para todas las aplicaciones. Así constituirán un verdadero baluarte de la circularidad capaz de conseguir una economía más local ayudando en gran medida a estar mejor preparado frente a los problemas de suministro y demanda de materias primas.